Siempre debemos tener un tema de confianza con nuestros hijos
Lo que nos ha pasado muchas veces es que los padres, movidos por la ola que hay de enviar a los hijos fuera a estudiar, deciden que su hijo no sea menos y realice un programa académico (trimestre o curso completo).
¿Qué ocurre cuando los padres no están al 100% convencidos de esta decisión?
Desde luego sufren más que otros padres que han tomado la decisión sin tener en cuanta la opinión de los amigos, la cual no deja de influenciar en gran medida en todo el proceso, ya que nos hemos acostumbrado a escuchar más a los amigos que a los profesionales. Yo veo a estos pobres padres como los antiguos sufridores del programa televisivo 1,2,3, encerrados en una jaula sin poder hacer nada.
El resultado de este sufrimiento es que encuentran problemas donde no los hay y son padres que acaban teniendo el síndrome de la CENA DEL SÁBADO NOCHE en la cual es típico hablar de los hijos y todos los presentes darán su opinión, liando al pobre padre y estresándolo aún más.
Los lunes en el despacho vemos a menudo estas cenas y debemos tranquilizar a estos padres angustiados por los visados, las familias, el colegio, las convalidaciones, la carrera, el avión…
Igual que se acude al médico, se acude a un consultor educativo e igual que escuchas el régimen milagroso de la vecina, escuchas lo que ella te recomienda para educar a tu hijo. Pero en ambos casos la opción inteligente es dejarse guiar. Sólo y únicamente por el profesional.